Sus nombres son Messalina, Olimpia y Matriarca (Esta última perra que por cierto, en paz descanse), desde que se juntaron, sus escotes malignos han atrapado a muchos hombres hasta des-hidratarlos en lágrimas, puesto que las lágrimas de las pasivas son su principal fuente de energía y luz. Sus armas fueron forjadas por una travestí divina llamada Maria Carolina Callejas, que la princesa les concedió para que la matasen como las raponeras que son. Están enamoradas de si mismas y el objetivo principal es apoderarse de este mágico mundo lleno de bestias llamado Céfira!
Céfira está lleno de bestias, porque; las bestias no piensan, las bestias no te quieren, no les importas, no generan cambio ni tienen actitud. Por ello las bestias, no se diferencian de los animales, que aunque se condicionan y tienen un coeficiente de aprendizaje que varia entre los individuos, no pueden cambiar su realidad, y aún cuando se reproduzcan sucesivamente, cambiando su fisionomía para ser más efectivas en su cotidianidad, nunca tendrán una conciencia propia para desarrollar su alma y alcanzar la joya del corazón. A estas bestias las llaman Colombianos ó niñas con pipí y están por todas partes, así que para purificar el bello paisaje, ellas se enfrentan a estos seres horrorosos y les destrozan por dentro para que no puedan volver a la normalidad. Son las cegadoras de almas más sexys de toda la ciudad.
